Esta publicación la realicé el 30 de enero de 2020, aquí os dejo la historia de esta tarta.
Noelia ha vuelto a confiar en mí, después de la tarta que preparé para el 18 cumpleaños de su hijo, para que le hiciera una tarta para el 40 cumpleaños de Jorge, su marido. Sin duda dos fechas muy importantes en sus vidas.
Ella tenía muy claro que tenía que ser de una bicicleta porque Jorge es ciclista. Así que comencé con mi parte “creativa” del proyecto. Empecé a mirar las tartas de bicis, pero no me llenaba lo que veía…
Sin embargo, una vez más, la inspiración llegó, esta vez de la mano de una tarta en la que habían puesto la silueta de un ciclista. Era muy sencilla, pero en mi cabeza se transformó y lo vi claro, quería representar un ciclista a contraluz, pedaleando al amanecer.
Ahora sí que sentía la “chispa” y me parecía una idea perfecta, porque si algo caracteriza a los ciclistas son esos madrugones que se dan para hacer esas largas etapas. Y, además, quería representar esa mezcla de naranjas y rosas tan típica de los cielos toledanos tiñendo el azul profundo de la noche.
Hablé con Noelia y le pareció bien. La verdad es que da gusto trabajar con ella porque se deja asesorar y me deja desarrollar mis ideas libremente. Estoy doblemente agradecida por ello.
Para el interior esta vez eligió el bizcocho de chocolate relleno de crema de chocolate y mermelada de fresa y cubierto de ganache de chocolate con vainilla.
He disfrutado como una niña coloreando con los pinceles el fondant blanco para conseguir ese efecto amanecer. Y también he sudado un poquito recortando la silueta del ciclista sobre el fondant. Pero aunque el fondant es caprichoso nos vamos entendiendo y, al final, el ciclista salió.
Estoy feliz porque se han encargado de hacerme saber que les ha gustado mucho y para mí eso es lo único que importa. ¡Muchas gracias Noelia y Jorge! Os deseo toda la felicidad del mundo.
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