Tarta realizada el 24 de mayo de 2020.
Es muy frecuente que los niños pequeños tengan un personaje que los vuelve locos y a Pablo, que hoy cumple 2 añitos, le chifla Coco el cocodrilo de Cantajuego.
María, la prima de Chema, me escribió el domingo pasado preguntándome si sería posible hacerle una tarta a Pablo para hoy. Con todo este lío de las fases habían esperado hasta saber si lo iban a poder celebrar con los abuelos. Le dije que una semana es un tiempo bastante ajustado, pero que algo se podría hacer (y pensé que especialmente en unas circunstancias como estas). Le pregunté si tenía alguna temática o preferencia y me contestó que Coco el cocodrilo de Cantajuego era su pasión.
Lo tuve que buscar, porque no conocía el personaje, y cuando lo vi pensé que podía modelarlo a tiempo porque no es una figura excesivamente compleja. Así que le dije que sí, que Pablo tendría su tarta de Coco.
Luego tuve que indagar un poco más, porque el dibujo siempre sale de frente y no sabía cómo era por detrás. Pero entre el vídeo de la canción y peluches varios pude aclarar esos detalles: dónde nace la cresta, si la cresta era doble o no y ver si las manchas son sólo en la cola o también en la espalda.
En cuanto al diseño, quise recrear para Pablo a Coco celebrando su cumpleaños con una fiesta, así que Coco llevaría un gorrito de fiesta y la tarta tendría un montón de mini confetis, estrellitas y mini serpentinas. También hice unas estrellas con las letras de su nombre que pondría al frente de la tarta, que serían como una guirnalda de globos, y otra estrella con el número 2 que pondría al lado de nuestro pequeño invitado verde.
Para modelar a Coco mantuve su posición característica con una mano en la cabeza, la otra doblada al lado del cuerpo y la cola recogida a un lado y levantada al final, porque quería que a ojos de Pablo fuera como siempre lo ve. La verdad es que Coco, igual que Bob Esponja, no es muy agraciado físicamente en los dibujos pero resulta que sale ganando al ponerlo en tres dimensiones, así que el resultado fue gratificante.
Por último quedaba la cuestión de las gamas cromáticas que usaría y surgieron del propio personaje, porque me parecía que una tarta azul no le pegaba nada. Y no tuve dudas, sería en distintos tonos de verde y amarillo, pero para romper y que no quedase tan plano también usaría detalles en rojo.
El interior de esta tarta era un bizcocho jugoso de vainilla, rellena de crema de chocolate y cubierta de ganache de chocolate infusionada con vainilla.
Y así hoy Pablo, que creo que es de los niños más simpáticos y sonrientes que conozco, ha celebrado su segundo cumpleaños en compañía de sus abuelos y de su amigo Coco. ¡Muchas felicidades Pablo por tus dos añitos! Te deseo una vida llena de todas esas sonrisas que nos regalas.
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