Tarta realizada el 19 de septiembre de 2021.
Muchas personas me preguntan que quién me hace mi tarta de cumpleaños y, cuando digo que yo misma, la mayoría de veces me dicen a continuación que con las tartas que hago a ver quién se atreve a hacerme una… La verdad es que me la hago yo porque disfruto haciéndolas, sea para quien sea, pero lo cierto es que además para mi cumpleaños suelo aprovechar para “experimentar”. A veces es un sabor nuevo o una técnica diferente o una combinación de ambas. Y si sale “rana” pues no pasa nada, porque es para mí.
En cuanto a lo de “quién se atreve a hacerme una”, sólo puedo decir que están muy equivocados. Si algo sé bien es el esfuerzo que supone hacer una tarta, así que en contra de lo que pueda parecer, valoro mucho cualquier postre, tarta o dulce preparado con cariño. Por lo que en realidad es al revés, cualquiera que tenga ese detalle conmigo tiene ganado mi corazón (no digo nada…).
En lo referente al misterio de cuál prepararía este año y que ocupa esta publicación, pues la elegida es una tarta tipo mousse de stracciatella con corazón de chocolate. Tenía muchas ganas de volver a hacer algo de este tipo y volver a utilizar mi precioso set de moldes Trinity. También quería salir de mi zona de confort, porque no soy muy fan de la nata, así que era un reto preparar una stracciatella que me gustara. Por eso le añadí vainilla, pero como la receta también llevaba yogur y los trocitos de chocolate (que incrementé generosamente) puse poca cantidad para que tampoco saturara el sabor. Ahora que la he probado sé que la próxima vez le pondré más, porque para mi gusto aún se notaba la nata. Igualmente al núcleo de chocolate le pondré más chocolate, pero estaba muy buena.
Para la decoración, para que fuera diferente a la vez anterior que usé este molde, opté por un acabado velvet o terciopelo en lugar de un glaseado espejo. Luego lo maticé con brillos dorados y le puse unos círculos de chocolate negro atemperado también matizados en dorado. Visualmente quedaba muy bonito y el corte también.
Hemos comido en familia, mi madre nos ha preparado un menú de fiesta que hemos culminado con este gran “donut”. Y sólo me queda decir que estoy feliz de todo lo que me va dando la vida. Esta nueva vuelta al sol promete muchas cosas buenas que ya iré desvelando. Muchas gracias a todos por vuestras felicitaciones. ¡Y no dudéis que a mis 43 pienso seguir dando guerra!
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