Aquí os dejo la publicación que realicé en Facebook en Fin de Año.
Ayer despedimos el año y nos preparamos para recibir un nuevo ciclo. Es tiempo de poner el contador a cero, de hacer propósitos y planes y también de hacer balance.
Yo, por mi parte no puedo estar más que agradecida y feliz. 2019 ha sido un buen año en todos los aspectos y, además, he puesto a andar un nuevo proyecto que, poco a poco, va tomando forma. Es como ir encajando las piezas de un puzzle y ver que todo tiene sentido.
Para la celebración de Fin de Año quise preparar un postre que no resultara pesado y que fuera representativo de estas fechas, por eso pensé en un tronco de navidad. En casa somos chocolateros, así que el bizcocho era de cacao, pero le di un toque de naranja añadiendo pequeños trocitos de kumquat, y el relleno era de trufa con Cointreau. La corteza estaba hecha con láminas de chocolate.
Quería que tuviese un aspecto natural, que pareciera un tronco sobre tierra húmeda, y para simular la tierra usé galletas trituradas. Los champiñones eran de merengue de vainilla y, para dar el contrapunto verde simulando el musgo, trituré pistachos con té matcha.
Aunque el postre ya es fresco, me apetecía darle un toque extra de frescor y decidí rematar el conjunto preparando un helado de vainilla bourbon de Madagascar.
El resultado final me ha encantado, tanto por la parte estética como por la parte degustativa, y creo que no fui la única porque el tronco ha sido muy efímero.
Espero que el nuevo año venga cargado con las piezas de los puzzles que hagan que todos vuestros deseos se vayan cumpliendo. ¡Feliz 2020!
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